
Con el mentón apoyado sobre la mano empuñada me encontraba escribiendo versos interminables de algún poema circunstancial, o quizás solo meditaba dejando escapar pensamientos a través de la pluma.
Me veía con los ojos empapados de dolor frente al espejo; quién sabe porque mis ojos han de llorar si no lo sentía en realidad. Quizás solo lloraba de felicidad y no de dolor como parecía creerlo.
Imaginaba figuras de entes inexistentes que me hablaban de una fantasía inesperada. No quería escuchar a mi consciencia diciendome las típicas pelotudeses que siempre dice, solo quería imaginar tu rostro una vez mas para asi poder consciliar el tan anhelado sueño. Deseaba dormir, pero simplemente no podía pensado en tu imagen que rondaba en mi cabeza.
Sentía el frío e indiferente silencio de las paredes, los murmullos de las personas ajenas a mi que me apuntaban con el dedo y como las cicatrices de mi vida se sanaban lentamente.
A lo lejos un par de tacones sonaban como ensordesedores disparos que se dirijian hacia a algún blanco que se movía de un lugar a otro.
La sesanción de querer escapar de la oscuridad de mi habitación dominaba mi mente. Ya no quería seguir escuchando los gritos de alguien desesperado gritando mi nombre en busca de ayuda, mientras yo con las manos atadas sin poder hacer nada.
La luz de la Luna quemaba mi rostro como si fuesen los rayos del Sol. Una pequeña ventanilla en lo alto del cuarto me dejaba ver la luz del día.
La locura es mi única compañía en estas circunstancias, ya mas nada puedo ver que mis dedos cubiertos de sangre callando a las paredes que solo quieren hablar. Es hora de que todo termine.
La puerta de la habitación por fin se abrio nuevamente, y en la enceguecedora luz del umbral del largo camino, solo te acercas me regalas un beso y te vas.
Todo comienza nuevamente, nunca alcanzó a terminar.
Me veía con los ojos empapados de dolor frente al espejo; quién sabe porque mis ojos han de llorar si no lo sentía en realidad. Quizás solo lloraba de felicidad y no de dolor como parecía creerlo.
Imaginaba figuras de entes inexistentes que me hablaban de una fantasía inesperada. No quería escuchar a mi consciencia diciendome las típicas pelotudeses que siempre dice, solo quería imaginar tu rostro una vez mas para asi poder consciliar el tan anhelado sueño. Deseaba dormir, pero simplemente no podía pensado en tu imagen que rondaba en mi cabeza.
Sentía el frío e indiferente silencio de las paredes, los murmullos de las personas ajenas a mi que me apuntaban con el dedo y como las cicatrices de mi vida se sanaban lentamente.
A lo lejos un par de tacones sonaban como ensordesedores disparos que se dirijian hacia a algún blanco que se movía de un lugar a otro.
La sesanción de querer escapar de la oscuridad de mi habitación dominaba mi mente. Ya no quería seguir escuchando los gritos de alguien desesperado gritando mi nombre en busca de ayuda, mientras yo con las manos atadas sin poder hacer nada.
La luz de la Luna quemaba mi rostro como si fuesen los rayos del Sol. Una pequeña ventanilla en lo alto del cuarto me dejaba ver la luz del día.
La locura es mi única compañía en estas circunstancias, ya mas nada puedo ver que mis dedos cubiertos de sangre callando a las paredes que solo quieren hablar. Es hora de que todo termine.
La puerta de la habitación por fin se abrio nuevamente, y en la enceguecedora luz del umbral del largo camino, solo te acercas me regalas un beso y te vas.
Todo comienza nuevamente, nunca alcanzó a terminar.
†...:::۞___Gardiel___۞:::...†
**Angel del Cielo y la Tierra**




